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O yo estaba muy drogado, o ella no veia bien.
El rinoceronte estaba ahi
Una nuez se aferraba a mi pierna.
LLegue a pensar que queria sexo,
Por la forma en que tiraba de mi ropa
Fui por un trago.
Me sente en la esquina a ver pasar taxistas,
Me gusta una mujer,
Me gustan muchas mujeres,
El verlas pasar,
Hace que un segundo,
Se transforme,
En un operativo de inteligencia,
Destinado a satisfacer, y almacenar mi cerebro,
Y mantenerme drogado,
De imagenes rosadas,
Por los proximos mil quinientos años.
Estoy sano.
Curado de la vision.
Mientras asesino un conejo con las manos.
Lo retuerzo y meto sus orejas en mis fosas nasales.
Su rabo golpea mi pecho
Y lo balanceo adelate y atras.
Mientras trato de dar un mordisco en su cabeza,
Sostenida de mi nariz,
Por dos cables peludos.
En la televisioin anuncian:
Comer conejos no es sano para la piel.
Me lo sacudo de encima,
Y de una patada su cuerpo estalla,
Salpicado contra la pared.
Limpio mi zapato.
Al bajar la vista, veo una niña debajo de la mesa.
Le digo que espere,
Salgo hacia la sala este,
y vuelvo a entrar con un piano vertical
Toco para ella,
Ella salta,
Rie y golpea su cabeza contra la mesada de la cocina.
Cae muerta,
Balbucea algo acerca de Bach,
Y unos angeles siameses,
Vienen a llevarla
Intentan despegar,
Es imposible.
Dos alas apenas era suficiente para dos,
Levantar un tercero,
parece inverosimil.
Como decia, soy joven atletico y me veo bien.
Se que no tengo vida.
Pero eso no cuenta ahora.
Asi que me recuesto y duermo en paz.
Tengo el mismo sueño que todas las noches.
Todo mi cuerpo esta desperdigado.
Todas mis partes regadas en una sala
Que se parece mucho a mi cicatriz en la pierna
Salvo por la intensidad de la luz,
Diria que ambas habitaciones son identicas.
Cada parte posee conciencia de si.
Puedo sentirlas todas a la vez
Un murmullo ensordecedor de luz
El cuerpo entero es una autopista de temblores
Me sacudo como en un ataque
Me hincho y exploto en cada parte.
Cada parte ahora es mil,
Y el murmullo de conciencias se hace insoportable.
Es mejor de todas formas.
Prefiero escuchar todas las voces al mismo tiempo,
Que la democracia y la representatividad de mi cuerpo
Que la dictadura y los regimenes de mi organizacion.
He olvidado la vida en mi cuerpo
La vida de todos mis cuerpos.
Mi vida contigo o con el aire.
Mi vida y la mano iquierda,
Cuando saludo una piedra.
No se que mas pedir.
Nada me ha sido concedido
Rio, es verdad y es la suerte.
He olvidado la vida en el acoplamiento.
La vida en la superposicion de vida.
En el malacostraco y la arena y su friccion.
En el calor que genera,
Y hierve el agua, que cocina mis huevos.
He olvidado que mi piano,
suena como una niña desnucandose contra el marmol
Y que no tengo celestialidad,
Mas que la que me han conferido las estrellas.
He olvidado el sexo con mi parte mujer,
En medio de una avenida.
He olvidado que puedo escuchar musica con la nariz,
Que genera una resina peluda,
Como raiz de tierra o una pata de la suerte.