Sunday, August 06, 2006

Tres cuartos de persiana

Entra a mi cocina, se me antoja un martillazo.
Siento el viento de esta mañana y quiero llegar a casa.
Todas las antenas en esta azotea trasmiten al camino.
Todas cruzan el monte a encontrar al resto de las estrellas.
Nada mas que un dial con el codo en astilas.
Yo muero y despierto en casa.
Despierto junto a los leones de mi espiritu.
Recorrer el camino de la musica que se recuesta en mi soledad.
Elije mejor calzado antes que ninguna otra cosa.
No pongas piedras en tu equipje,
Ni permitas que se te cruzen las piernas.
No se llega a casa hasta que se llega.
Y esta mañana casa queda lejos.
El viento no va a parar por muchos dias.
A caminar por mi medicina y algun trago.
El corazon se enfria y no encuentra resguardo.
Lo tienes todo bien guardado en tu cabeza.
Todo forma parte de la posesion.
Todo se escritura sobre la piel como un castigo del lenguaje de la vida.
Todos los brazos se juntan para tironear de una carreta sin destino.
Todos los ojos se abrazan en primavera y lloran en invierno.
Caminar recto y como un hombre.
Alto y bajo por lo que la situacion se transforme en atajo.
Sin asco, como en la guerra.
Como en el estado de la Lluvia.
El amarillo llega hasta el cielo y quien aguarde sera recompensado.
Besado por el fragoma de tu vaselina de frutiilla.
O por el dulce de tus hojas de vainilla.
Tengo mil dudas en mi mente.
Tengo ojos de miedo.
Tengo el sudor del cielo y el espectro de mi celo todos atorados.
Esta mañana estoy preso en la helice.
Vivir en la anarquia de ser una contradiccion insoluble.
Resistir el electrificado de una conciencia y sensacion constantes.
Mi cuello me alerta que vivo.
Y esta mañana tengo vida por mi mismo.