Sunday, March 06, 2005

ni


Este es el problema.
Este es el amigo que se sienta a mi lado,
En las noches de desesperacion y calor,
Cuando todo esta apagado y pegajoso.
Sintiendome del modo mas directo que puedo,
Me aproximo un poco mas a quien hube de ser,
De no haber sido intercepado por la vida
Y todo lo que viene con ella.
He dejado muchas cosas, y he retomado otras.
Ninguna permanece.
Hay un jalon de mi en cada una de las cosas de este mundo,
Y lo conozco tan poco que podria decir que nunca me he vivido.
Recorro los mismo lugares, las mismas vaginas, los mismos ojos y mentiras.
Las mismas personas,
Son las que no tolero en cada uno de los distintos momentos.
Distintos por la plena abyeccion de vivir sin recordar
Y sin planes de dominacion territorial o proletaria.
Hay una nube sobre esta ciudad.
Pero es mia.
Hay un amor que no es el de mirar ni el glorificar,
Que no es de nadie.
Un amor de abrazarme y aferrarme a la mas necia de todas las posibilidades.
Un miedo a renacer en otro, insincero y deshonesto,
Irreconocible e incognoscible.
La memoria me falla en cada segundo.
Mi memoria trabaja hacia adelante
Y no se como es posible recordar como mirando un espejo en el vacio.
Hay una nube sobre esta provincia y me pertenece.
Soy el rey del sol, y mis nubes me estorban y nada puedo hacer.
Mi atmosfera es infinita como un cuenco sin palabra y sin materia.
No tengo deseos.
No soy mas que un momento, sin juicio, sin voto, sin numero y sin lugar.
Encontre un bar que me resultaba familiar,
Y bajo la luz de la entrada,
Me recoste como si fuera un ultimo suspiro en mi vida.
No hay anclas en la calle.
Cualquiera podria ser un taxista,
Cualquiera una prostituta o un travestti calamar.
No hay reciprocidad, ni lucha.
No hay juegos dialecticos, ni inversos,
Ni contracaras de caras querellantes.
Me hago mientras camino y me olvido,
De donde vengo, a donde voy, o como y porque estoy aqui.
El bar, cierra sus puertas conmigo dentro.
No es nada personal, pero me resulta un poco incomodo,
Aunque he de confesar mi amor por la cantinera,
Y tal vez, la intencionalidad de mi descuido.
Abro la heladera, me ofrezco una cerveza y no acepto,
Pero me obligo a beber hasta caer al piso,
Y partirme un diente contra el cordon de una de las veredas interiores del bar.
Porque las personas me miran,
Como en un programa de una mala obra de teatro,
Es algo que no he podido descifrar aun.
Solo mi nombre en el papel,
Y una obra que esta siempre por comenzar.
Si somos todos actores de esta representacion,
Esto es un mal ensayo, y ud no es bienvenido tampoco.
El eco en el trapecio sobre el escenario es bastante perturbador,
Por lo que me tapo los oidos y anulo mas que un sentido.
Muchas cosas me han sucedido en este tiempo,
Y pocas han sido buenas, sin embargo, todas provechosas.